Solo se autorizará hacer fuego en las barbacoas en la Romería del 13 de Enero
Se prohíben “expresamente” las hogueras fuera de estos espacios habilitados. Las quejas vecinales están otra vez en la calle.
El Ayuntamiento de Totana ha recibido autorización para el uso de “fuegos destinados a la elaboración de platos típicos” coincidiendo con las romerías de Santa Eulalia de mañana 8 de diciembre y el sábado 13 de enero, respectivamente, según informa la concejal de Medio Ambiente, Antonia Camacho.
Por tanto, no se va a permitir encender las tradicionales hogueras para calentarse en la Romería, por lo que ya está patente en la calle las quejas de los distintos grupos de romeros, que, además de “cocinar platos típicos”, utilizan el fuego para calentarse durante esta jornada de invierno en el monte.
No valdrá este año, según las normas burocráticas hasta el momento, la mera identificación de la persona responsable de la hoguera, optando por la prohibición como medida más drástica.
Desde hace siglos, se vienen realizando romerías en el entorno del Santuario de Santa Eulalia de Totana, muchas de ellas incluso en el mes de agosto, sin que hasta la fecha se haya tenido que lamentar ningún incidente o incendio digno de mención.
Hasta hace unos años, los medios técnicos forestales y de protección civil se encargaban de controlar la situación pese a la gran masificación de romeros experimentada en los últimos decenios.
Las Romerías de Santa Eulalia en Totana, son de las pocas tradiciones socioculturales que, de momento, se conservan en esta ciudad, capaz de movilizar a prácticamente toda la población, además de constituir un potente motor económico para la ciudad.
Administrativamente, es la Dirección General del Medio Natural, dependiente del Gobierno Regional de Murcia, la responsable de tomar esta decisión tan impopular, si bien el Ayuntamiento es el responsable de defender los intereses de los ciudadanos de Totana.
La Consejería de Medio Ambiente ha comunicado al Consistorio totanero el permiso para el encendido de fuegos, solamente en las “infraestructuras de carácter fijo y permanente”, es decir, en las barbacoas. Con una sencilla operación matemática, dividiendo el número de miles de romeros asistentes, entre el escaso número de barbacoas, como resultado salen unas largas colas con el plato de longaniza y morcilla en la mano.
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